Descripción del producto

Este establecimiento se encuentra localizado en uno de los edificios más emblemáticos de la Villa de las Ferias, su mercado de abastos. Inaugurado en 1562, las Reales Carnicerías es un ejemplo único en España de arquitectura civil renacentista que mantiene su uso comercial, complementado hoy en día con múltiples actividades de ocio, culturales y turísticas.

En este establecimiento podrás adquirir productos ecológicos y tradicionales de la tierra mientras degustas directamente los manjares del mercado de abastos, acompañados de un buen vino de la Denominación de Origen Rueda.

Las Reales Carnicerías de Medina del Campo es un edificio histórico, ejemplar completo y único en la provincia, de carnicería oficial, ilustrativo de la riqueza y pujanza de la villa en el siglo XVI.

Se sitúa fuera de la antigua villa medieval, en la ampliación bajomedieval y renacentista, impulsada por sus famosas ferias, a orillas del río Zapardiel, lo que facilitaría originariamente la evacuación de residuos.

Su estructura actual deriva de planos elaborados por don Rodrigo Gil de Hontañón, en 1562. Los datos históricos figuran en la larga inscripción de la fachada suroeste, que lo hicieron los señores de Medina, reinando Felipe II, y siendo Corregidor don Pedro de Vivero, año 1562.

Interiormente el edificio, de planta rectangular y cubierta inclinada a cuatro aguas, se divide en tres naves, a modo de lonja, mediante arquerías de columnas toscanas, que sirven de sostén al muro de ladrillo, aligerado mediante una sucesión de huecos de arco rebajado, realizados en ladrillo a sardinel, que servían de ventilación entre las naves.

Exteriormente, la composición de las fachadas guarda estrecha relación con la organización interior de la planta. Todas ellas presentan arquerías de ladrillo, sobre pilares de sillería de piedra caliza, hoy cegados. La cornisa, en hiladas sucesivamente voladas, recoge un juego a diente de perro, de clara influencia mudéjar.

Las tres portadas de piedra, situadas dos de ellas en el centro de los hastiales, y una tercera en la fachada suroeste, también en posición centrada, presentan una composición análoga, con columnas o pilastras, recuadrando un arco, en cuyos lados lucen las armas de la villa; en la parte superior, un frontón con el escudo real.

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